Son las disfonías que no presentan alteración visible en el
examen laringoscópico, generadas a partir del uso incorrecto y/o abuso de la
voz, por lo que constituyen el mayor porcentaje de las disfonías que se derivan
a foniatría ya que la modificación de patrones de uso incorrectos constituye el
principal accionar de un terapista vocal, en la búsqueda de la eufonía.
Representan desviaciones del comportamiento vocal, del
proceso de emisión vocal que deviene del propio uso de la voz, es decir, de la
“función fonación”.
Behlau & Pontes (1995) mencionan tres mecanismos
causales:
-
uso vocal incorrecto: está generalmente
favorecido por la falta de conocimiento sobre la producción vocal, por la
ausencia de nociones básicas sobre la voz y las posibilidades del aparato
fonador, lo que puede llevar al individuo a seleccionar ajustes motores impropios
de una producción normal de voz.
- inadaptaciones vocales, las que pueden estar
restringidas a un sistema, tanto desde el punto de vista anatómico como
funcional, pero pueden incluir varias regiones o estructuras. Se puede tener
inadaptación respiratoria, fónica, resonancial, o de integración de cualquiera
de estos sistemas.
- alteraciones psicoemocionales, responsables
también de la aparición de disfonías.
Signos posibles de
alteración vocal
- - Incoordinación fonorespiratoria.
- - Foco de resonancia inadecuado.
- - Articulación cerrada.
- - Inadecuado control de interjuego intensidad-tono.
- - Sobreexigencia de uso.
Conductas de mal uso
de la voz:
- - Aumento de tensión/esfuerzo.
- - Ataque vocal brusco.
- - Movimiento anteroposterior laríngeo
- - Hablar excesivamente
- - Nivel tonal inadecuado.
Conductas de abuso
vocal:
- - Carraspeo y tos habitual
- - Habla en entornos acústicos no favorables.
- - Uso vocal excesivo en períodos inflamatorios.
- - Exceso de canto, habla, gritos, etc.
- - Imitación de voces, tics.
- - Sonidos vocales no verbales.
En las siguientes imágenes, podremos observar los gráficos que presenta el análisis
acústico de la voz en este tipo de disfonía, evidenciando una frecuencia
fundamental agravada, con mayor concentración de energía en las frecuencias
graves. En cuanto a la energía, podemos observar ataque vocal brusco e inestabilidad
en la curva, correspondiéndose con incoordinación fonorrespiratoria y en el
espectrograma se observan los 4 armónicos característicos, con presencia de
ruido en las frecuencias agudas.